Liberación no es sólo un periódico que reportará sobre eventos recientes. Es el órgano del Partido Socialismo y Liberación. Es un instrumento organizativa y, sobre todo, es una herramienta para la liberación.
Si el propósito sólo fuera reportar noticias, no hubiera necesidad de este periódico. La clase trabajadora de los Estados Unidos es bombardeada constantemente con bastantes noticias por medios como la televisión, el Internet y la prensa escrita. Casi todas estas publicaciones son obligadas a sus dueños, las corporaciones gigantes. Estas corporaciones siempre nos hablan a nosotros, los trabajadores, pero nunca nos escuchan.
A veces las corporaciones de noticias simplemente dicen mentiras. Aparte de esto, muchas veces se niegan a decir toda la verdad como, por ejemplo, a quién les llega las ganancias de la guerra, porque es que los trabajadores no pueden obtener seguro médico, y cómo el racismo sirve a los intereses del capitalismo. Presentan las noticias en general, y particularmente las noticias políticas, de una manera que deja el público sintiéndose aislado y sin poder. Parece que el mundo político es algo del cual oímos o leemos, pero nunca algo en que participamos ni que podemos cambiar.
Esta manera de reportar noticias beneficia sólo a los que no necesitan un cambio social—o sea los que están en poder. Lo peor de todo es que a este tipo de noticias les llaman “balanceadas!”
De parte del personal de la redacción y los reporteros actuales y venideros de Liberación, queremos aclarar una cosa desde el comienzo: este periódico tomará partido. Pero en vez de abogar por los que tienen poder, tomaremos el lado de los son oprimidos en este mundo, el lado de los luchadores.
La misión de nuestro periódico no es diferente del trabajo general de nuestro partido, que en palabras del revolucionario ruso Vladimir Lenin, dijo que es para “facilitar el desarrollo político y organización política de la clase obrera”. Nuestra publicación no sólo pretende exponer los mitos interminables de los medios corporativos, ni para sólo reportar las historias de nuestra clase trabajadora que no se escuchan, no sólo queremos movilizar a nuestra clase, sino también organizar.
Nuestra publicación no es la primera que toma este trabajo en los Estados Unidos. Hace aproximadamente 150 años, los abolicionistas comenzaron como una minoría contra la clase que tenía todo el poder. Con publicaciones como las de The North Star y The Liberator, los abolicionistas tomaron pasos firmes y militantes hacia el derrocamiento de la esclavitud. Esta es nuestra tradición.
Cuando Lenin escribió que “dentro de la creciente conscientización de clases del proletariado está el poder de la revolución”, él repitió la lección dada por Harriet Tubman: “Yo liberé a mil esclavos; Si sólo hubiesen sabido que eran esclavos pudiera haber liberado mil más”.
La forma moderna de la esclavitud bajo el capitalismo no aprisiona al trabajador a una plantación, ni a sólo un jefe, sino al sistema entero de sueldo y de dueños capitalistas que reciben sus ganancias al costo de nuestra clase trabajadora. Este nuevo tipo de esclavitud requiere una nueva forma de abolición. Periódicos socialistas de este país que exigían la abolición del capitalismo empezaron a florecer al principio del siglo 20.
Para el año 1912, había cinco diarios socialistas en inglés, y ocho en idiomas extranjeros en los Estados Unidos. Había otros 262 más semanarios socialistas en inglés y 36 semanarios en idiomas extranjeros.
Estas publicaciones despertaron un sentimiento de fuerza, valor, dignidad y conciencia de clase entre los sectores más oprimidos de la sociedad. Con los diarios y semanarios en sus manos, los trabajadores militantemente ganaron huelgas y lanzaron campañas políticas masivas. Esta también es orgullosamente nuestra tradición.
Desde ese entonces, se han visto cientos de publicaciones que se dedican a la causa de la clase trabajadora, la cause del socialismo. Pero a pesar del valiente esfuerzo de revolucionarios del pasado, la esclavitud al sueldo capitalista continúa.
El Partido por el Socialismo y la Liberación toma la lucha de organizar para un cambio revolucionario en los Estados Unidos muy en serio. Estamos fabricando Liberación para que las generaciones venideras se refieran a la palabra “liberación” como un hecho cumplido. En vez de un mundo destrozado por guerras imperialistas y la destrucción del medio ambiente, de un modo de vida que se está deteriorando cada día más, el futuro puede ser basado en la solidaridad, la igualdad, la amistad y la cooperación entre todos.
Hasta que ese día llegue, Liberación no sólo será otro periódico más en los kioscos. No será algo que se consumirá pasivamente.
Liberación, aparte de ser una forma de organizar para los miembros del PSL, será una forma de comunicación entre el partido y la clase trabajadora. Liberación será distribuído puerta-a-puerta, en las calles, en los metros y autobuses, en las prisiónes, en las universidades, los cuarteles militares y en cualquier lugar que encontremos nuestra clase.
Hay muchos relatos por contar, muchos mitos por exponer y muchas luchas por proseguir. Queremos que el logotipo rojo de Liberación este ubicado el centro de estas luchas.
Esperamos que disfrute de nuestro periódico. Le encargamos que lo lea, lo estudie, y lo distribuye donde sea que vaya. Apóyenos y corra la voz del socialismo. Únase hoy a la lucha con el Partido Socialismo y Liberación.