Un incidente impactante ocurrido en 1987 sacó a luz pública de San Francisco lo que los bomberos negros de la ciudad siempre supieron. El racismo, en el departamento de bomberos que virtualmente era exclusivamente blanco, era vicioso y profundo.
El incidente alentó a los bomberos negros de San Francisco a continuar su lucha por la acción afirmativa. Esta lucha condujo a que la corte pasara una orden histórica en 1988 que resultó en un significativo aumento de bomberos afro americanos, de otras minorías y mujeres.
Esta lucha se replicó prácticamente en todas las ciudades principales de los Estados Unidos. Las experiencias vividas por los bomberos negros, de racismo profundo y de políticas de contratación solamente a blancos, permanecieron por mucho más tiempo dentro del departamento de bomberos que en cualquier otra industria o institución del país.
El escándalo racista de San Francisco
El escándalo de agosto de 1987 del departamento de bomberos estalló en San Francisco, cuando la Asociación Internacional de Bomberos del Local 798, compuesta primordialmente de blancos, publicó en su boletín sindical, “Línea Principal”, una fotografía titulada “Héroes”. En la foto figuraban 23 bomberos quienes se habían destacado por sus acciones heroicas salvando vidas y habían recibido honores de la ciudad.
Sin embargo algo estaba seriamente mal en la fotografía.
El único bombero negro de la foto, Charles Johnson, había sido borrado. ¿Cuál fue la evidencia? Por descuido se dejaron sus piernas y zapatos.
Esta omisión deliberada de la foto causó furia entre los bomberos negros y el público. Al siguiente día, los miembros de la Asociación de Bomberos Negros denunciaron el incidente en una rueda de prensa.
A pesar de que se vieron obligados a disculparse, el editor de Línea Principal, Mike Pera, dio una excusa vergonzosa por la omisión. El dijo que Johnson fue borrado de la foto por que él no pertenecía al sindicato.
Johnson había sido condecorado como héroe por haber entrado en un edificio que se estaba quemando masivamente en el distrito de Bayview que es predominantemente africano-americano y salvó a nueve personas a pesar de no haber estado en servicio. Ocho personas murieron en aquel incendio.
¿Por qué no era Johnson miembro de IFA del Local 798? Después de todo, esta era la organización que representaba todos los bomberos en el trabajo.
No era porque Johnson estaba en contra de sindicatos, en contra de las organizaciones de los trabajadores o porque se oponía a que los trabajadores tuvieran representación colectiva y mejoramiento en sus condiciones.
De hecho, al igual que casi todos los bomberos africano-americanos de la ciudad, él era miembro de la Asociación de Bomberos Negros. El, conjuntamente con otros 78 bomberos negros de San Francisco se habían salido del Local 798. En 1987 en San Francisco, había un total de 1.380 bomberos.
La organización BFA se formó originalmente como un comité dentro del sindicato en 1972. Pero después de haber soportado años de racismo y oposición activa por parte del sindicato para integrarlos al departamento de bomberos, los miembros negros de BFA se separaron para formar una organización distinta en 1985.
La BFA está afiliada a la Asociación Internacional de Bomberos Profesionales Negros. La IABPFF (siglas en inglés) se fundó en 1970 como una iniciativa de la Vulcan Society de la ciudad de Nueva York, la Phoenix Society de Hartford de Connecticut, el Vulcan Pioneers de Nueva Jersey y del Condado de Hudson y de los Valiants de Philadelphia.
Un ambiente de racismo
Estas organizaciones surgieron como respuesta a la hostilidad virulenta de racismo que los bomberos negros soportaban dentro de todos los departamentos de bomberos sin excepción. Desde Nueva York hasta Boston, desde Los Ángeles hasta Atlanta, desde San Francisco hasta Chicago, los departamentos de bomberos históricamente estaban compuestos exclusivamente por blancos y todos hombres. Existía un sistema de nepotismo en la contratación y promoción que iba de generación en generación a hijos, sobrinos y amigos de bomberos blancos.
Cuando los bomberos africano-americanos conseguían romper las rígidas líneas de color, ellos tenían que soportar ataques brutales y peligrosos. El racismo se exacerbaba por la práctica de segregación contra los bomberos negros en muchas de las estaciones de bomberos.
En las estaciones de bomberos, los trabajadores viven juntos por jornadas extendidas debido a la naturaleza de su trabajo. Cocinan y comen juntos, duermen en las estaciones cuando están en servicio y dependen altamente entre ellos cuando están apagando incendios o rescatando a personas. Para las personas negras o pertenecientes a otras minorías y para las mujeres, trabajar en estas condiciones junto con bomberos racistas y sexistas podría ser muy peligroso.
El caso de Wesley Williams, el tercer bombero negro contratado en la ciudad de Nueva York ilustra este trato. El fue contratado en 1919. Su historia se encuentra en el sitio Web de Vulcan Society:
“El día que el joven Wesley entró en la compañía, el capitán tomó lista, agradeció a los hombres por su apoyo y se marchó. Se retiró del Departamento de Bomberos ese mismo día por que no quería tener el estigma de que un hombre negro había entrado en su compañía. Todos los hombres pidieron ser transferidos para no verse forzados a trabajar junto a un hombre negro o de color. Los oficiales del Departamento de Bomberos tuvieron que imponer un moratorio de un año en los pedidos de transferencia con la esperanza de que los hombres se acostumbraran a Wesley.
“El tuvo que soportar la peor discriminación. Entre otras cosas, no le dirigían la palabra y quisieron obligarlo a dormir en una cama en el sótano. Le decían que le hablarían si es que él aceptase dormir en el sótano. Como no aceptó, cuando fue a dormir en los dormitorios, ellos se fueron abajo. El comprobó lo resistente que era, apagando incendios y azotando a los otros bomberos en el sótano cuando lo desafiaban.
“En 1927 Williams fue ascendido a teniente, en 1934 a capitán y en 1938 a jefe de batallón. Para 1940 habían 40 hombres negros en el departamento de bomberos encarando problemas similares. El Jefe Williams sugirió a los hombres que se organizaran y así es como surgió la Sociedad Vulcan”.
Como Williams, los primeros bomberos negros tuvieron tremendo coraje y gran perseverancia, a no abandonar sus trabajos bajo condiciones tan humillantes y en vez se quedaron para luchar por un cambio.
La lucha por la acción afirmativa en San Francisco
En 1860 se fundó el departamento de bomberos de San Francisco. Tuvieron que pasar 95 años antes de que el primer africano-americano fuera contratado. Su nombre era Earl Gage y entró en el departamento en 1955. Gage tenía que llevar sus propias ollas para cocinar y sus sábanas de estación en estación, como ningún otro bombero quería dormir en su banco o compartir platos y cubiertos en las comidas.
Pero Gage no renunció.
El apoyo de la comunidad jugó un papel importante en la persistencia y lucha de Gage. En 1970, WACO, la Organización Comunitaria de Western Addition y la NAACP llevaron a juicio al Departamento de Bomberos de San Francisco por prejuicio en el examen de entrada que mantenía a las minorías fuera del departamento. No solamente que ese examen era prejuiciado, sino que en algunas ocasiones las preguntas se les daba por adelantado a los solicitantes blancos.
En 1970 en San Francisco había solamente cuatro bomberos negros cuando comenzó la demanda legal.
Poco después de que comenzara la demanda el juez federal ordenó que se contratara en base de uno a uno. Una persona africana-americana debía ser contratada de la lista de personas que calificaban por cada persona blanca que era contratada de esa misma lista.
La contratación basada de uno a uno, no era un sistema para favorecer a los trabajadores negros no calificados sobre los trabajadores blancos calificados, como el argumento racista dice. Todos los que eran contratados—negros y blancos, debían haber pasado los exámenes de calificación.
La orden dada por la corte, conocida como un decreto de mutuo acuerdo (consent decree en íngles), era un sistema de cuota instituída para combatir las prácticas de favoritismo hacia los blancos históricamente enraizada, por medio de la cual o se daban las respuestas a los exámenes o se daban los trabajos en base al nepotismo.
El decreto de mutuo acuerdo fue una forma particular de alcanzar una equidad que se convirtió en práctica común durante los 60 y los 70 en las luchas por contratación justa, ascenso y retención en el trabajo. Las industrias de construcción, del acero, entre otras, también fueron afectadas con esta medida. Las victorias de la acción afirmativa en la corte eran un simple reflejo de las potentes luchas anti racistas llevadas a cabo por los africano-americanos en los Estados Unidos.
Romper el club de los “buenos chicos” ya sea en San Francisco o en Nueva York o en cualquier otro lugar desató más ataques racistas por parte de los administradores del departamento y de los sindicados que estaban dominados por racistas blancos determinados en aterrorizar a los bomberos negros para que renunciaran a su trabajo.
En 1987, esta escritora entrevistó a Bob Demmons, presidente de la Asociación de Bomberos Negros de San Francisco, cuando ocurrió el incidente de la fotografía. El habló de cómo las estaciones de bomberos tenían la mentalidad parecida al Ku Klux Klan.
Demmons describió las condiciones en la estación 3 de la Calle Polk. Los trabajadores negros llamaban a esa estación “Johannesburg West.” Dijo Demmons, “Habían colocado una bandera de la Confederación que finalmente la tuvieron que bajar en 1981. También había un afiche en la pared de la estación de un joven negro de Sud África a quien le habían volado la mitad de su cabeza. ¡El presidente y el jefe de quejas del sindicato eran miembros de esa estación!”
El racismo continúa en la actualidad
Que nadie se engañe pensando que el racismo y el acoso son cosas del pasado en las estaciones de bomberos, uno solamente debe mirar al Departamento de Bomberos de Los Ángeles. A comienzos de noviembre de 2006, la ciudad de Los Ángeles firmó una compensación de $2.7 millones otorgado al bombero negro Tennie Pierce.
A Pierce le habían servido comida para perros en su espagueti en la estación de Westchester. El capitán de la estación, John Tohill, quien es blanco, compró la comida para perros y un bombero latino, Jorge Arévalo, mezcló la comida en el espagueti y se la sirvió a Pierce.
Este es tan solo uno de las muchas demandas legales que recientemente se han dado en contra del Departamento de Bomberos de Los Ángeles por racismo y acoso sexual dentro del departamento.
Mientras se ha hecho algún progreso en la contratación y ascenso en las filas de algunos distritos, otros siguen estancados.
El más notable es el de la ciudad de Nueva York. A pesar de ser la ciudad más multinacional que existe en los Estados Unidos, hoy en día solamente el 3 por ciento de los 11.000 bomberos de la ciudad son africano-americanos, un poquito más del 4 por ciento son latinos y 1 por ciento es asiático.
De acuerdo al capitán Paúl Washington, presidente saliente de Vulcan Society de la ciudad de Nueva York, la situación no ha mejorado para los bomberos negros o en la contratación a miembros de la comunidad. Lo que es más, esta ha empeorado con el pasar de los años. Washington entró a los bomberos de la ciudad de Nueva York en 1988. Fue ascendido a teniente en 1995 y en el 2001 a capitán. El ganó las votaciones para presidente del Vulcan en el 2002.
A pesar de que la Vulcan Society ganó el juicio en 1973 sobre el examen escrito de entrada que fue comprobado que era prejuiciado, se limitó el acuerdo a la contratación de un bombero negro por cada cuatro trabajadores blancos contratados dentro de la lista de solicitantes calificados. Después de que esto se cumplió no ha habido ningún otro programa de acción afirmativa que haya seguido.
“Existen tres entidades involucradas en la ciudad que tienen el poder de cambiar la situación del departamento de bomberos ahora,” dijo Washington a Socialismo y Liberación. “El alcalde, quienquiera que esté de alcalde; el comisario de incendios y el comisario del Departamento de Servicios Administrativos de toda la Ciudad, quien administra la toma del examen de ingreso. El asunto está en sus manos.
“Con una firma podrían ellos hacer todos los cambios necesarios. Pero no lo van a hacer voluntariamente. Para lograr esos cambios se les va a tener que presionar desde la comunidad, politicamente y con los medios informativos”.
Con un descarado insulto a la comunidad africana-americana, en 2001 el Departamento de Bomberos de Nueva York contrató a dos de los cuatro policías que asesinaron al inmigrante africano de 23 años, Amadou Diallo. Washington y otros líderes negros de la comunidad organizaron un conferencia de prensa para protestar la contratación pero los dos policías asesinos siguen en el departamento de bomberos hasta el día de hoy.
El 2002, la Vulcan Society presentó una serie de quejas de discriminación a la Comisión de Oportunidades Equitativas de Empleo, pero la ciudad y el departamento de bomberos han rechazado conversar y tratar el acuerdo. El EEOC encontró que los cargos eran justificados y pasó la queja al Departamento de Justicia de los Estados Unidos donde se encuentra actualmente bajo investigación.
Después de los ataques del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York, ocurrió un incidente muy perturbador similar al escándalo de la fotografía de San Francisco, explicó el capitán Washington: “Después del 11/9, salió una foto famosa de tres bomberos colocando la bandera en Zona Cero, los tres eran blancos. El artista que reconstruyó la escena en una estatua que estaba lista para ser colocada en las oficinas principales del departamento de bomberos hizo a uno de los bomberos negro, al otro latino y al otro blanco.
“La estatua nunca fue colocada porque los bomberos blancos rechazaron el hecho de que bomberos de color hayan sido retratados.
“El hombre que más rechazó esto fue Steven Cassidy, que estaba de candidato para presidente del sindicato. El estaba a la cabeza del movimiento para retirar la estatua. Casi nadie en el sindicato lo conocía antes de este acontecimiento, pero como gritó y chilló en contra de esto y a favor de los bomberos blancos, acabó ganando las elecciones de presidente del sindicato. Esto da una idea de lo que sucede en el departamento de bomberos.”
La lucha acarrea progreso
El hecho de que el departamento de bomberos en EEUU integre o admita varias razas es debido a la persistente lucha mantenida por los bomberos negros. Generalmente, en aquellos lugares donde ha habido mayor integración, la situación para los bomberos negros y de color y para las mujeres ha sido mejor.
San Francisco es un buen ejemplo. El BFA persistió en documentar cada instancia de acoso racista. Ellos demostraron frente a las estaciones ofensoras y hacían foros comunitarios. Siguieron nuevas demandas legales.
El apoyo de la comunidad aumentó enormemente. Los Abogados por los Derechos Iguales, el Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y la Educación, el Comité de Abogados para Asuntos Urbanos y el Comité Legal Asiático se incorporaron a la batalla legal. Mientras tanto, el Local 798 fue a la Corte Suprema de California para argumentar en contra de apoyo para minorías nacionales y contratación de mujeres. Bob Demmons condujo esta batalla como presidente de 12 años del BFA durante ese período crucial.
Finalmente en 1987, la jueza federal Marilyn Hall Patel ordenó un decreto de mutuo acuerdo demoledora que afectó el reclutamiento, la contratación y la promoción de personas de color calificadas y de mujeres. Ordenó que dentro de siete años el departamento debía tener un 40 por ciento de personal de color y un 10 por ciento de mujeres, de las cuales la mitad deberían ser negras o pertenecer a otra minoría.
Hoy en día el departamento de bomberos de San Francisco tiene un 40 por ciento de personas de color y un 12 por ciento de mujeres al lado de bomberos lesbianas y gay.
Washington de la Vulcan Society de Nueva York en ocasiones se siente decepcionado, pero él no es de los que se da por vencido.
“Pienso que podemos hacer muchas mejoras. Esperamos que con la investigación del Departamento de Justicia, con nuestra continua actividad política y la presión de los medios informativo, pienso que podemos lograr algunos cambios. No hay ninguna señal de que la jerarquía del departamento de bomberos o el gobierno realmente quieran cambiar, pero nosotros los podemos obligar a cambiar.
“Tenemos apoyo en la comunidad negra a lo largo y a lo ancho, político como religioso y de grupos civiles también. No cabe duda de que el apoyo de la comunidad es amplio.”
Wesley Williams, fundador de la Sociedad Vulcan, 1938
Photo: Michael di Prima
Paul Washington (derecho) con Vaughn Armour, director de la banda juvenil de tambores “Drumline”
Photo: Vulcan Society Inc., NYC