Las elecciones 2004, los derechos LGBT y las luchas venideras








Protesta en contra del racismo en el distrito Castro en San Francisco, 1 de octubre, 2004.

Photo: Bill Hackwell
El siguiente artículo está basado en un informe presentado por Sarah Friedman del Partido Socialismo y Liberación en la “Conferencia Regional sobre Socialismo y Liberación” del PSL en Los Ángeles, CA, el 13 de noviembre de 2004.

Karl Rove anunció recientemente las intenciones de la administración Bush de presentar una enmienda a la constitución para prohibir en su segundo término, el matrimonio de homosexuales y lesbianas. Esto es parte de la contraofensiva del ala derecha con la intención de revertir el avance del movimiento Lesbiana/Gay/ Bi/Transgénero (LGBT por sus siglas en inglés).

En los últimos años, el movimiento LGBT ha hecho prioritario la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. El movimiento correctamente decretó que el matrimonio gay es un derecho civil básico. Después de manifestaciones masivas y luchas legales heroicas, muchos en la comunidad LGBT y otras personas comenzaron a ver una victoria en el horizonte. La Corte Suprema de Massachusetts reconoció los derechos del matrimonio gay. San Francisco y otras ciudades mas pequeñas otorgaron licencia de matrimonio a miles de parejas del mismo sexo. A través del país, se organizaron manifestaciones coordinadas para apoyar esta lucha. El ala derecha parecía incapaz de contrarrestar la militancia y el apoyo del movimiento hacia los mismos derechos de matrimonio para todos.

Pero después, apareció una oportunidad. Rove y los Republicanos necesitaban algo que podrían usar para lanzar una campaña de discriminación y movilizar a la ultra derecha para reelegir a George W. Bush en noviembre. Usaron el tema del matrimonio gay. Los Republicanos impusieron el miedo en los corazones de los votantes cristianos al predicar maliciosamente contra el matrimonio gay. En los meses antes de las elecciones, el tema del matrimonio gay se transformó en un cuco espantando a los Estados Unidos.

El ala derecha usó el tema del matrimonio gay para movilizar a millones de protestantes evangelistas y otros para asistir a las urnas el día de las elecciones. También propusieron iniciativas para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo en once estados claves, incluyendo Ohio. Las once iniciativas fueron aprobadas.

Naturalmente, existe una gran desilusión en la comunidad LGBT después de la derrota electoral. Reconocemos el éxito electoral de la derecha como un retroceso, pero sería erróneo concluir que la derecha será victoriosa. Hemos sufrido una derrota en el campo electoral, pero se avecinan batallas futuras.

Historia de discriminación bi-partidaria

Muchos progresistas se sienten desvastados por la derrota de John Kerry y el Partido Demócrata en las urnas. Ellos piensan que esto representa un cambio drástico hacia la derecha en los Estados Unidos. Sin embargo, el clima político del país no puede ser juzgado simplemente por quien es el presidente. Kerry y los Demócratas probaron que fueron incapaces de resistir la ofensiva de la derecha. Contaron con votantes LGBT para elegir a Kerry en lugar de Bush, sin embargo se negaron a desafiar a los chauvinistas de derecha.

De hecho, Kerry hizo lo opuesto. El fué más allá para convencer a la derecha de que él, como Bush, se oponía firmemente a los derechos de igualdad para contraer matrimonio. Kerry se entregó a la discriminación y a los prejuicios en contra de la gente LGBT.

Hoy en los EEUU, todavía existe una gran discriminación hacia la gente LGBT. Kerry y los Demócratas sabían esto, pero no hicieron nada para luchar en contra de ello y por la igualdad. Esta aceptación tácita del orden social no es nada nuevo para los Demócratas o cualquier partido burgués de los EEUU. Los políticos nunca han jugado un papel decisivo para cambios progresistas. Son básicamente supervisores encargados de mantener el status quo en la sociedad.

El ataque contra la igualdad de derecho al matrimonio ha sido siempre un asunto bipartidista. El ex presidente Bill Clinton convirtió en ley el “Acta de Defensa al Matrimonio” (DOMA) en 1996. Esta medida ultra conservadora define al “matrimonio” como “una unión legal de un hombre y una mujer como esposo y esposa.” Le permite a cualquier estado negar certificados de matrimonio otorgados a parejas del mismo sexo en un estado mas inclinado hacia la igualdad de los LGBT.

DOMA no fue la única medida de Clinton a favor de la discriminación. El también apeló a la derecha para eliminar el sistema de bienestar social, fortaleció la pena de muerte racista y continuó el ataque en contra de la inmigración y los derechos de los prisioneros.

Antes de que Clinton firmara el DOMA, el Congresista John Lewis, un líder afro-americano por los derechos civiles, lo denunció como un acto de crueldad y discriminación. Lewis pasó años trabajando con Martin Luther King por la igualdad de los negros en el Sur durante los años sesenta. Lewis dijo sobre DOMA, “Yo he conocido el racismo. Yo he conocido la discriminación. Esta ley huele al mismo miedo, odio e intolerancia. No debería ser llamado el Acta de Defensa del Matrimonio. Debería ser llamado acta de defensa a la discriminación malévola.”

Otros prominentes líderes afro-americanos estuvieron de acuerdo. Coretta Scott King, Al Sharpton y otros han levantado sus voces de apoyo para el matrimonio entre personas del mismo sexo como un derecho civil básico.

Los matrimonios interraciales fueron prohibidos en 40 estados de los EEUU. Massachusetts prohibió en 1705 los ma-trimonios interraciales. En 1948—después de 200 años—la Corte Suprema de California fue la primera corte estatal que declaró inconstitucional la prohibición de matrimonios interraciales. En aquel entonces, 38 estados todavía lo prohibían. No fue hasta 1967 que la Corte Suprema de los EEUU anuló las prohibiciones en todos los estados que aún lo prohibían. La derrota final a la prohibición de matrimonios interraciales llegó después de años de lucha por millones de personas que se oponían a las políticas y leyes racistas. El movimiento masivo por los derechos civiles intervino para empujar hacia adelante la historia.

Apoyo popular por los derechos de LGBT

Parecido al movimiento por los derechos civiles de los 1950 y 1960, millones de activistas progresistas—homosexuales y heterosexuales—han jugado un papel decisivo en el movimiento en apoyo a los matrimonios entre personas del mismo sexo. Este movimiento no apareció simplemente de la nada. Creció del viejo movimiento por los derechos democráticos básicos de las personas LGBT en los EEUU. El movimiento vital apareció en la escena mundial en la rebelión Stonewall de 1969 en la ciudad de New York. La rebelión Stonewall ayudó al público a enfocarse en siglos de historia LGBT. Esta historia rica fue escondida por cientos de años, primero por el feudalismo, y después por los explotadores capitalistas.

El capitalismo omite y rescribe la historia para generar divisiones en la clase trabajadora. Los capitalistas quieren mantener a los trabajadores y oprimidos sin esperanzas. La discriminación y opresión son productos del sistema capitalista. ¿Cómo se pueden desafiar? Una estrategia efectiva tiene que ser basada en un entendimiento correcto de la situación política.

Contrario a la creencia popular, las encuestas de salida de las elecciones mostraron que hay señales de progreso, a pesar del avance de la derecha. Las encuestas mostraron patrones que no han sido discutidos en los medios corporativos.

Por ejemplo, 60 por ciento de los votantes dieron su apoyo a los matrimonios entre personas del mismo sexo o a las uniones civiles. Solo 10 años atrás estas no eran cuestiones de envergadura para la mayoría de los votantes. Sin embargo, ahora, la mayoría los apoya. ¿Porque el cambio? Es porque la comunidad LGBT y muchas personas en el movimiento progresista empujaron el tema del matrimonio gay en la conciencia del público a través de acción de masa.

Además, las encuestas en las urnas mostraron que la mayoría de los votantes apoyan el derecho de la mujer al aborto. Este apoyo es real. Más de un millón de personas se manifestaron a favor del derecho al aborto en una Marcha por la Vida de las Mujeres a comienzos de este año.

La gente LGBT está peleando por igualdad ambos en sus trabajos y en la sociedad en su totalidad. Son parte de la lucha en contra de la desigualdad y discriminación para toda la clase trabajadora.

Moviendose hacia adelante

Ahora no es el momento para que el movimiento se ponga a la defensiva. Debemos tomar la ofensiva en contra del capitalismo. Cada sector de la clase trabajadora se debe unir en la lucha. Ya sea que estemos peleando por los derechos del matrimonio gay, los derechos de las mujeres, un salario digno, o la seguridad social, todos los sectores de la clase trabajadora deben unirse para rechazar la discriminación y el racismo proyectados igualmente por los Demócratas y Republicanos.

Nuestra sociedad, nuestra libertad, nuestra esperanza y nuestras aspiraciones pueden ser alcanzadas solamente rechazando las tácticas de dividir y conquistar del capitalismo. Ningún sector puede ganar si está fragmentado o dividido. Uniendo nuestra clase, la clase trabajadora, podemos derrotar a la derecha, sus banqueros y sus aliados corporativos.

El Partido Socialismo y Liberación cree que el próximo período abrirá un capítulo nuevo en la lucha por los derechos LGBT. Por cada comunidad que haya sido blanco de la ofensiva de la derecha, es necesario unirnos. Debemos formar un frente fuerte y unido para luchar.

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